









Din Matamoro
El trabajo de Din Matamoro (Vigo, 1958) se ocupa del mundo inmaterial -si admitimos que el aire es inmaterial-. Se podría decir que Din Matamoro pinta el aire coloreado por la luz sin ningún objeto en el que reflejarse, excepto las partículas que forman la atmósfera. Este es quizás el elemento narrativo de su obra que obedece a una concepción formal que se ocupa de los límites de la percepción. Las obras de Din Matamoro, virtuoso del color, irradian luz hacia el exterior, su principal preocupación se centra en el umbral perceptivo del ojo humano, cuyos resultados se pudieron ver en la exposición titulada Imágenes mentales (CGAC, Santiago de Compostela y CAMeC, Spezia, Italia) en 2005 y en la titulada Niebla, (Fundación Laxeiro, Vigo, 2012), ilustrando con gran eficacia los hallazgos de su investigación óptica.
El artista se instala así en el límite de lo visible y, de alguna manera, en el límite de la propia pintura, para recordarnos que la mirada, más allá de su aspecto puramente perceptivo, es siempre una construcción intelectual, introduciendo la sospecha sobre la fiabilidad de lo que vemos. Din Matamoro demuestra así aquella célebre afirmación de Leonardo que decía la pintura é una cosa mentale y, a través de la pintura, se instala en el campo de las ideas, completando un proceso comunicativo en el que el artista consigue formular preguntas en el espectador, abriendo nuevas posibilidades sobre el conocimiento del mundo y, con ello, superando la vertiente más objetual de la pintura, para adentrarse en el ámbito del concepto. Ya no se trata tanto de disfrutar de ciertas relaciones cromáticas y compositivas como de, a partir de ellas, formular cuestiones que van más allá de la contemplación estética y entran de lleno en el mundo de las ideas.